Compañia de Teatro de nueva creación en Santander.
16/10/07
Movimiento por la Paz (MPDL) y Suma Teatro presentan
Palacio de Festivales, Sala Pereda Sábado, 20 de Octubre de 2007 · 20:30 h.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Bueno, acabo de llegar a casa y no puedo hacer otra cosa que opinar. En un principio debo reconocer que era muy escéptico con la obra (ver a parejas discutir no era mi plan perfecto para un sábado por la noche) pero teniendo en cuenta que no me gusta nada Melendi, pues la opción de hoy era teatro.
Debo reconocer que me ha sorprendido. Gratamente, se entiende. La naturalidad de los actores (y el libreto, todo hay que decirlo, que es estupendo) hacen que veas sin quererlo escenas más o menos conocidas en muchos de las escenas. Algunas más cotidianas que otras, algunas ya vividas, algunas no... pero que no le son ajenas a nadie.
Uno se rie, mucho, y complacido de hacerlo. Aún así, me sorprendió que la gente riera tan abiertamente en algunas ocasiones (por ejemplo en la cena en que se trata el divorcio del hijo) porque si bien la escena en sí mismo (o algunas frases, mejor dicho) pueden resultar cómicas, el trasfondo subyacente no lo es. Y bueno, que la gente llegue o no llegue a "la subyacencia" no es competencia de nadie.
1 comentario:
Bueno, acabo de llegar a casa y no puedo hacer otra cosa que opinar. En un principio debo reconocer que era muy escéptico con la obra (ver a parejas discutir no era mi plan perfecto para un sábado por la noche) pero teniendo en cuenta que no me gusta nada Melendi, pues la opción de hoy era teatro.
Debo reconocer que me ha sorprendido. Gratamente, se entiende. La naturalidad de los actores (y el libreto, todo hay que decirlo, que es estupendo) hacen que veas sin quererlo escenas más o menos conocidas en muchos de las escenas. Algunas más cotidianas que otras, algunas ya vividas, algunas no... pero que no le son ajenas a nadie.
Uno se rie, mucho, y complacido de hacerlo. Aún así, me sorprendió que la gente riera tan abiertamente en algunas ocasiones (por ejemplo en la cena en que se trata el divorcio del hijo) porque si bien la escena en sí mismo (o algunas frases, mejor dicho) pueden resultar cómicas, el trasfondo subyacente no lo es. Y bueno, que la gente llegue o no llegue a "la subyacencia" no es competencia de nadie.
La obra gusta. Y mucho.
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